Palmeiras: un gigante del fútbol mundial
Hablar de Sociedade Esportiva Palmeiras es como contar la historia de un auténtico gigante del fútbol. No es exagerado decir que el Palmeiras es uno de los clubes más laureados de Brasil y cuenta con una legión de seguidores en todo el mundo.
Cualquiera que haya estado en el Allianz Parque o haya visto jugar al Verdão en cualquier estadio sabe lo que significa ser palmeirense: una pasión desbordante que resiste el paso del tiempo y los desafíos.
La historia del Palmeiras comienza en 1914, cuando inmigrantes italianos en São Paulo decidieron crear un club que representara a su comunidad y su pasión por el fútbol.
Había nacido el Palestra Itália, un equipo que, en sus primeros años, demostró que había llegado para quedarse. El nombre original tenía una fuerte conexión con los orígenes de los fundadores, y el club creció rápidamente en la escena futbolística de São Paulo.
Sin embargo, en 1942, con Brasil ya implicado en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno brasileño exigió que los clubes con referencias a los países del Eje (en este caso, Italia y Alemania) cambiaran sus nombres.
El Palestra Itália se convirtió entonces en Palmeiras y, en su primer partido con el nuevo nombre, el club conquistó el campeonato paulista. Este episodio es un hito para los aficionados, que bromean diciendo que "nacieron campeones" y que, incluso ante la presión externa, el Palmeiras supo reinventarse y continuar su camino hacia el éxito.
Los primeros títulos fueron sólo el principio de una historia llena de trofeos y logros. El punto culminante de las primeras décadas fue, sin duda, la conquista de la Copa de Río de 1951.
Este torneo, considerado por muchos el primer Mundial de Clubes, situó al Palmeiras en la cima del fútbol mundial.
En el Maracaná, ante miles de aficionados, el Verdão venció a la Juventus de Italia y trajo a Brasil un título sin precedentes.
La Copa de Río es motivo de orgullo para cualquier palmeirense, símbolo de que, desde muy joven, el Palmeiras supo brillar en escenarios internacionales.
La década de 1960 vio la creación de la famosa "Academia de Fútbol". Dirigido por Ademir da Guia, el mayor ídolo de la historia del club, este equipo encantaba con un fútbol bello y eficaz, conocido por su técnica depurada y su estilo ofensivo.
No había aficionado en Brasil que no respetase al Palmeiras de aquella época. Eran años dorados, con múltiples títulos estatales y nacionales.
Todavía hoy se recuerda a la Academia como uno de los mejores equipos jamás reunidos en Brasil.
En la década de 1970, el Palmeiras mantuvo su nivel de excelencia con la segunda generación de la Academia. Era una época en la que el fútbol brasileño, especialmente en São Paulo, estaba lleno de estrellas, pero el Palmeiras siempre destacó.
Su estilo de juego era encantador, con toques refinados y triangulaciones perfectas. Los aficionados que tuvieron la oportunidad de ver jugar a este equipo saben que era un espectáculo en sí mismo.
Fue durante este periodo cuando el Palmeiras consolidó su reputación de equipo que no sólo jugaba para ganar, sino para encantar.
La década de 1980 fue un poco más difícil. La falta de grandes trofeos hizo que el Palmeiras pasara por un periodo de sequía, pero, como cualquier gigante, el club supo reponerse.
El punto de inflexión llegó en la década de 1990, cuando el Palmeiras firmó una alianza con la multinacional Parmalat. Este patrocinio revolucionó el club, permitiéndole fichar a grandes estrellas y construir un equipo que llegaría a dominar el fútbol brasileño.
En 1993, el Palmeiras rompió una racha de 17 años sin títulos al conquistar el Campeonato Paulista. Y no paró ahí: en 1993 y 1994, el Verdão se proclamó dos veces campeón de Brasil, en campañas memorables lideradas por ídolos como Evair, Edmundo, César Sampaio y Zinho.
La década de 1990 también tuvo la guinda del pastel: la Copa Libertadores de 1999. Tras estrellarse varias veces contra el larguero, el Palmeiras conquistó por fin el título más importante del continente.
La final contra el Deportivo Cali, de Colombia, fue dramática y se decidió en los penales. Y los que estuvieron allí saben lo decisivo que fue el portero Marcos.
São Marcos, como le llaman cariñosamente los aficionados, detuvo el penalti decisivo y conquistó el trofeo que a tantos palmeirenses se les había escapado. Fue una noche mágica, que aún emociona a cualquier palmeirense de corazón.
Pero el fútbol, como la vida, está lleno de altibajos. Después de su apogeo, el Palmeiras pasó por momentos difíciles.
El descenso a la Serie B en 2002 fue un duro golpe, pero el club y su afición volvieron a demostrar su fortaleza.
Incluso en la segunda división, el apoyo incondicional de los palmeirenses fue impresionante. Y el Palmeiras volvió pronto a la elite del fútbol brasileño, demostrando que su historia es más grande que cualquier caída.
El Palmeiras volvió a la senda del triunfo, pero en 2012 volvió a caer. Una vez más descendido, el club se enfrentó a la Serie B. Sin embargo, al contrario de lo que muchos esperaban, el Palmeiras no se vino abajo.
Por el contrario, en 2013 regresó a la Serie A con una gestión más organizada y un ambicioso proyecto de modernización del club.
Este proyecto incluyó la construcción del Allianz Parque, inaugurado en 2014, uno de los estadios más modernos de América Latina. La nueva casa del Palmeiras se ha convertido en un escenario de grandes espectáculos y en una fortaleza para el equipo.
A partir de entonces, el Palmeiras inició una nueva era dorada. En 2015, con Marcelo Oliveira como entrenador, el equipo ganó la Copa de Brasil en una final épica contra el Santos.
A partir de ese título, el club volvió a destacar en la escena nacional e internacional. En 2016, con la llegada de Cuca, el Palmeiras conquistó el Campeonato Brasileño en una campaña histórica liderada por Gabriel Jesus y Dudu.
Fue el noveno título brasileño del club, reafirmando al Verdão como el mayor campeón nacional.
Los años siguientes no hicieron más que consolidar la hegemonía del Palmeiras. En 2018, se conquistó otro título brasileño, esta vez de la mano de Luiz Felipe Scolari.
Y en 2020, uno de los momentos más esperados por los aficionados: ganar la Libertadores por segunda vez. En una campaña arrolladora, el Palmeiras dominó el continente y, en la final, venció al Santos con un gol postrero de Breno Lopes.
Fue un logro histórico, celebrado por millones de aficionados de todo el mundo.
Por si fuera poco, en 2021 el Palmeiras se convirtió en tricampeón de la Libertadores. La final contra el Flamengo en Montevideo fue emocionante de principio a fin.
El gol de Deyverson en la prórroga supuso un nuevo trofeo para la ya abarrotada vitrina del club. Un triunfo que consolidó al Palmeiras como una de las mayores potencias futbolísticas del mundo.
Hoy, el Palmeiras es sinónimo de excelencia dentro y fuera del campo. Con una sólida gestión financiera, una plantilla cualificada y una afición apasionada, el Verdão sigue siendo uno de los clubes más temidos y respetados del mundo.
¿Y la Copa del Mundo? Llegará. Todo palmeirense lo sabe en el fondo de su corazón. Al fin y al cabo, ser palmeirense es creer, vibrar, no dejar nunca de apoyar.